Comunicando que no es hablando

 


Que difícil es escuchar. 

En el día a día caemos en el error de querer decir mucho. Ello nos lleva a empañar la comunicación, cargándola de excesivos mensajes: 

- algunos repetitivos 

- otros innecesarios 


El silencio (homenajeado por Jesús Quintero qepd) es infravalorado y se impone la tendencia a llenar cada hueco del lienzo. 

El churrigueresco comunicativo se convierte en un enemigo para trasladar mensajes claros y concretos. 

Sobreactuar es un peligro  para la venta, pues como decía uno de los jefes que tuve (de tod@s he aprendido y aprendo todos los días): “El último regate es el más peligroso”  y ¿es necesario darlo? 

Se ponen de manifiesto en todas las esferas de la comunicación: 

En conversaciones 

En una presentación 

En un escaparate 

Es un spot publicitario 

En campañas y promociones 

… 


Tal vez sea el momento de practicar la concreción en unos momentos donde la saturación de la información obliga más que nunca a seleccionar lo que guardamos en nuestro disco duro. 


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