Quiero tratar en este post, la combinación desde un punto de vista más funcional y en este caso con orientación a la venta y al comercio.
Una “combinación” adecuada y compatible puede fortalecer el modelo de negocio y favorecerlo en conjunto. Pueden existir negocios que sumen sin aportarse mutuamente (otra cuestión es si genera o no ahorro de costes). Pero ¡ojo! porque también podrían darse casos tóxicos donde se acabe perjudicando al conjunto.
Históricamente hemos encontrado ejemplos de éxito donde el destino del producto o la similitud del target favorecen el matrimonio del negocio hibrido:
- Tabacos y bebidas
- Armeria y guarnicionería
- Peluquería y estética
- Gasolinera y tienda
Y de la misma forma, seguro que tod@s tenemos en mente casos contrarios donde por querer incluir nuevas líneas de negocio han terminado creando un Frankestein difícil de digerir.
La mejor forma de combinar con éxito una vez salvada la normativa correspondiente que permita la actividad es el estudio de mercado, hablar abiertamente con los consumidores y testar antes de implementar.
La digitalización del comercio no lo exime de la necesidad de ser coherente y si bien favorece esa hibridación también requiere de orden y especialización.