Rafael López es licenciado especializado en ventas B2B y B2C, un profesional en ventas, gestión y desarrollo de equipos comerciales, grandes cuentas que destaca por su capacidad de comunicación, facilidad para el trabajo en equipo y orientación al cliente interno / externo.
Trabaja como manager desde Murcia para una importante multinacional y comparte habitualmente en su perfil de LinkedIn interesantes artículos sobre ventas, liderarlo, desarrollo, equipos …
Iniciamos con este artículo en La venta desde las trincheras un ciclo donde invitamos a diferentes expertos en ventas a compartir sus reflexiones sobre aspectos relacionados con equipos, liderazgo, ventas, desarrollo...
“SER LÍDER”
Son muchas las empresas que buscan líderes, más que jefes. Facilitadores de personas más que controladores, desarrolladores, más que directores.
Pero el líder, no es fácil de encontrar. Primero, porque un líder en un entorno determinado, puedo no serlo en otro diferente. No es algo intrínseco. Para ser líder, no vale con que te coloquen en una posición de jefe, y no vale con querer y que quieran que líderes. No vale con comunicar bien, no vale con ser empático, no vale con tener carisma, el don de gentes abre puertas, pero no te ayuda a mantener la habitación llena. Antes de todo eso, debemos de trabajar para convertirnos en un referente. Antes debemos de tener resultados sobresalientes.
Referente es la persona que, basado en sus resultados y en el prestigio conseguido a través de los años (por su coherencia, consecución de objetivos y logros destacados) es observada por el resto como alguien a tener en cuenta, y su opinión es valorada. Un referente sólido, tiene unas sólidas bases fundamentadas en hechos.
¿Y un líder? Cada uno de nosotros tenemos en nuestra cabeza un tipo de líder, y no tiene ni por qué parecerse: persona que indica el camino, con cualidades inherentes o aprendidas, conocimientos, con una manera de relacionarse con los demás diferente, capaz de tomar decisiones, gestionar crisis o para apoyar o entender a los integrantes de un grupo… pero te pregunto ¿puedes llegar a ser un líder, sin ser un referente? Podrías intentarlo, puedes intentarlo. La dificultad la encontrarás en que el respeto que se tiene por el líder está fundamentado en su “ser referente”. Porque un liderazgo de fachada, al rascar desaparece, porque un liderazgo sin principios, al dudar, desaparece, porque no se puede trabajar para convertirse en un líder. Se puede trabajar para alcanzar el estatus de referente.
El paso siguiente, el del liderazgo, es fruto de la visión que los demás tengan de ti, como referente y como persona. Por tus valores y tu compromiso, por tu forma de tratar a la gente, y manejar los momentos de incertidumbre.
Por todo eso, merece la pena poner foco en lo que puedes controlar. Pon foco en tus resultados. Pon foco en tus formas. El reto, es mejorar tu mejor versión. No te esfuerces por ser líder. Esfuérzate por ser referente.
Rafael López