Hace poco, accedía con mi vehículo al aparcamiento de un centro comercial. Tenía programada una reunión de negocios que me tendría ocupado algo más de una hora.
Al cruzar la entrada, me encontré con un trabajador, vestido con ropa de faena y una serie de tarjetas en la mano. Me hizo el gesto de entregarme su publicidad y bajé la ventanilla.
Estaba publicitando el centro de limpieza integral de coches que habían inaugurado hace poco. El trabajador me habló de las tarifas y de los bonos de fidelidad al ir acumulando lavados. Lancé una pregunta:
- ¿Podrían limpiarlo ahora? Y respondió afirmativamente.
-¿En qué tiempo estaría listo? Y me aseguró que en hora y cuarto.
En vez de buscar aparcamiento lo estacioné en el mismo stand de limpieza, donde aquel mismo señor limpiaba los coches. Se acercó otro compañero suyo que estaba en la otra entrada al parking haciendo las mismas tareas publicitarias, para entre los dos avanzar en el proceso de lavado.
La oportunidad era perfecta, pues realmente precisaba aquel servicio y me encantó el gesto que simboliza la revolución que se vive en el mundo empresarial: ¡Todos vendemos!
Si aquellos trabajadores, con su centro de trabajo vacío, se hubieran quedado a maldecir los efectos de la crisis, en vez de salir a buscar clientes, no habrían generado negocio.
Me produjo alegría al regresar, encontrar mi vehículo en perfecto estado de revista y ver, otros dos coches esperando su turno para ser limpiados.
Quien niegue la importancia de la venta en cualquier sector va contra las leyes de supervivencia de la empresa y tiene muchas papeletas de convertirse en la próxima víctima de la crueldad del mercado, que se acaba cebando con los más débiles.
¡Todos vendemos! Venden las cajeras de los supermercados, los empleados de banca, los buenos profesionales de hostelería, los dependientes… Habiéndose dado en los últimos años un vuelco en todo el proceso, el cual ha evolucionado por selección natural:
DESPACHADOR – EXPENDEDOR: Se limita a servir pedidos sin ofrecer ningún valor añadido. La tarea es sustituible por una máquina de vending.
DESPACHADOR – INFORMADOR: Incorpora al proceso una dosis de información aséptica. Todavía no ha llegado la escucha activa.
INFORMADOR – VENDEDOR: Hay un interés por vender que se une a la capacidad de compartir información con el comprador.
VENDEDOR – PRESCRIPTOR: Se combinan las estrategias de venta para con una información detallada buscar el producto que satisfaga las necesidades del cliente.
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Muy buen artículo. La verdad es que todavia hay empresas que no estan orientadas a la venta y lo unico que ponen son trabas
ResponderEliminarEstoy seguro de que esto es así, de hecho lo profeso en cada charla de la que participo. Felicitaciones por compartir.
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