Vivimos en una sociedad donde pensar diferente está penado. Resquicios de los sistemas inquisidores sobreviven en el mundo actual. Afortunadamente, las penas son más llevaderas, pero existen: aislamiento, indiferencia, exclusión, desprecio...
El mundo de la empresa también se alimenta de estos viejos valores del pasado y todavía sobreviven "líderes" que utilizan estas técnicas. Ante estas situaciones solo se puede acabar de dos formas: hundido o fortalecido.
Si entras en su dinámica estarás perdido. ¡Ojo con el anzuelo del diálogo abierto! Si participas con transparencia, te harán ver que eres un protestón. Mirarán con lupa todos los defectos de tu desempeño para engrandecerlos y minimizaran tus éxitos. Aprovecharan tus peores momentos para empujarte cuando busques una mano amiga. Y al final podrás llegar a creerte que realmente eres mediocre y el animal de presa habrá logrado su objetivo.
Pero hay un plan B que comienza con una autocrítica. Examina todas tus debilidades y trabaja para mejorarlas. Evita las comparaciones y céntrate en ti mismo. Responde con hechos en vez de utilizar palabras. Toma la exclusión como un elemento de motivación en vez de rabia, pues serán tus propios hechos y resultados los que responderán por ti.
Con esa actitud, ganarás el respeto de quienes te excluyeron, al comprobar que hasta en tus momentos de debilidad has logrado sacar la mejor versión de ti mismo.
Probablemente intenten regalarte un caramelito (concesión menor en las negociaciones o las migajas del pastel que se han comido). Aunque te entren ganan de rechazarlo, acéptalo con humildad. De todas formas no lo hacen por reconocerte, sino para cubrirse las espaldas, pues probablemente algún día tendrán que dar explicaciones sobre porque frenaron la creatividad y el talento dentro del colectivo.
Lamentablemente, amigo Adrián; aún existen personas en cualquier sector que sufren y hacen sufrir al haber confundido su oficio. Podrían haber sido cualquier otra cosa.. Y con éxito seguro! Pero... Decidieron gestionar personas. Estas, aguantan en sus puestos estoicamente "Mas que la sabana de abajo" y el rastro de frustración y la estela de impotencia que dejan a su paso es... Simplemente triste! Afortunadamente, Hoy; el mundo de la empresa en general está cambiando y las personas toman una relevancia enorme en las organizaciones. Las personas y su potencial... Porque no importa el puesto que ocupes.. Todos aprenderemos de todos!! y.... sinceramente... Si no te brillan los ojos al ver a uno de tus colaboradores "Crecer"... Si no eres capaz de compartir, respetar y generar socios, NO subordinados... Entonces... Este trabajo carece de sentido.
ResponderEliminarGracias por el post, Adrián! Un Abrazo! ;-)
Gracias Xavier. Genial tu punto de vista, totalmente alineado con el presente y futuro. Así si se crecerá. De la otra manera, no. Un fuerte abrazo.
EliminarAmigo Adrián, vuelves a describir esa empresa que los dos conocemos. Pero lo que no te mata te hace mas fuerte. Yo preferí morir de pie que vivir de rodillas. Sabes de mis resultados, de los mejores sino el mejor, y aun así perseguido y aislado. Nunca he desfallecido, seria darles la razón, pero aveces seguir es toxico, toxico para tu familia, para tu profesionalidad y sobre todo para uno mismo.
ResponderEliminarGracias Vicente por tu comentario. En todos sitios existen talentos y gente tóxica... Solo los que potencien los primeros resultarán ganadores en la batalla. Un fuerte abrazo.
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