Bares, Casera, Crisis y San Bartolo


En menos de un año han pasado tres hosteleros por el bar que hay bajo mi casa. El último aguantó todo el verano (peor época en poblaciones de interior) y Septiembre acabó con él. 
Pude conversar con quien me había servido tantos cafés mientras retiraba las últimas cajas del local. Un alto alquiler y el exceso de competencia eran los motivos esgrimidos para "abandonar la nave".

Mientras conversaba con el desilusionado emprendedor, me vino a la mente el sorteo que presentó La Casera durante el pasado verano, donde sorteaba el traspaso y alquiler de un Chiriguito de playa durante el año 2014. ¡Valiente regalo! Sorteos de este tipo contribuyen a trivializar la profesión hostelera.
Seguramente la proyección mental de los ilusos participantes en el sorteo sería la de un atractivo establecimiento, abarrotado de cuerpos esculturales, en una idílica playa. Nada que ver con la expresión derrotada de tantos dueños de establecimientos horecas mientras se baten en retirada.

Las grandes frases - paradigma de los años de bonanza han sido derrocadas: "El ladrillo nunca baja" y también "Cualquiera puede montar un bar".

Este mismo verano, Coca - Cola lanzaba su campaña de San Bar-tolo en apoyo de los bares. ¿Eres de mesa o de barra? Intentaban dar un respiro a sus clientes en una hábil maniobra donde no tenían nada que perder. En todo caso y aunque no pudieran cambiar tendencias, se ganarían la simpatía de los dueños de los establecimientos.

Los bares no son para los aficionados. Me viene al recuerdo una anécdota ocurrida cuando daba mis primeros pasos comerciales en gran consumo, vendiendo para una distribuidora de bebidas alcohólicas. Atendía un bar de copas que pretendía inaugurar en una semana y que nos pedía suministro. El joven dueño me explicaba las maravillas de su nuevo establecimiento. Presumía que la barra, en granito de primera, venía de Marruecos y contenía restos fósiles y le había costado más de un millón de las antiguas pesetas (unos 6.000 euros). Los servicios eran de diseño, al igual que las estanterías... No se había escatimado un céntimo: suelo, insonorización, equipos musicales, mobiliario...

El pedido de bebidas que realizó para la apertura (un variado de las marcas más vendidas) no alcazaba los 1.000 euros... ¡y no disponía de dinero para pagarlo y pedía financiación! Se había gastado 90.000 euros en decorar el establecimiento y se había olvidado de reservar tan solo mil euros para proveerse de la mercancía básica, objeto de su venta y que al fin y al cabo constituía la base de su negocio.

- Un bar es un negocio, y como cualquier otro, no debe quedar exento de la realización de estudios previos de negocio, rentabilidad, previsiones, gastos fijos... 
- La miseria trae más miseria. Un bar sin abundancia de mercancía trasmite una mala imagen.
- La especialización conduce al éxito. Un bar debe destacar por algo que nunca puede faltar. Si no te diferencias, corres serio peligro.
- Si tienes un slogan de éxito "Si no hay Casera... nos vamos" es mejor potenciarlo a experimentar... porque los experimentos, ni con Casera.    

2 comentarios:

  1. Amigo Adrian, has dado en la llaga, en España hay exceso de bares. solo sobrevivirán los que tengan un atractivo especial, que los diferencie de la competencia. Ademas la tan afamada campaña de Cocacola de bar tolo, solo recordarte que en gallego tolo significa tonto, ¿Como habrán visto ese anuncio los gallegos?

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    1. Gracias Vicente. Me consta que conoces bien la hostelería y la realidad es que es necesario que sea gestionada por profesionales. No es menos que otros negocios. Gracias por visitarnos. Abrazos.

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