En la penúltima entrega de los 12 post sin piedad lanzamos una crítica a
algunos departamentos de Recursos Humanos carentes de una línea de decisión
propia y que cohabitan de espaldas a la realidad de las ventas o bien sometidos
a la sombra de algún mandamás.
La empresa moderna es
conocedora que los Departamentos de Recursos Humanos constituyen un pilar clave
para la consecución de sus objetivos.
La realidad de la venta y la
peculiaridad de los puestos de desempeño provocan en ocasiones la incomprensión
por parte de estos responsables. El personal de ventas no tiene un horario
fijo. El trabajo requiere desplazamientos, pernoctas y diversos sacrificios y
por el contrario permite respirar la libertad de quien es capaz de auto organizarse
eficazmente.
Una empresa orientada a
ventas debe potenciar que todo el personal de la sección, conozca dichos
puestos de trabajo in situ, para poder hablar con propiedad del mismo.
De la misma manera, los
responsables de las secciones comerciales deben entender que “el todo vale en
ventas” es un aforismo que dejó de estar en vigor.
Desgraciadamente he
escuchado demasiadas historias de ciencia ficción sobre algunos departamentos
de Recursos Humanos. Generalmente son situaciones de despidos sin tacto, de
engaños, de complicidad, malos procesos de selección o de actuaciones como
“quita vergüenzas” de otros. Concretamente me hablaron de un señor que
trabajaba en una empresa mediana y que cuando únicamente se le veía el pelo era
para ejecutar los despidos (que además lo hacía de una manera grosera y sin
tacto). Imaginaros la que se organizaba cuando se veía su vehículo estacionado
en la Delegación.
Pero prefiero cerrar el post
refiriéndome a lo contrario. A departamentos humanos que creen en la
conciliación familiar, que confían en los individuos, selección por
competencias, en su formación, desarrollo del talento, en su adaptación y en
fomentar una cultura de empresa duradera y que dará grandes frutos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario