Hace pocos días aparqué mi vehículo en una conocida calle sevillana. Casi salido de la nada apareció el habitual “gorrilla” (expresión con la que se conoce por aquí a los aparcacoches ilegales).
El callejero vigilante, de mediana edad, aunque casi indefinida por el envejecimiento prematuro provocado por la indigencia y las drogas esperaba ansioso su propina. Encorvado, dirigió la maniobra.
Tal vez por humanidad, mientras le daba algunas monedas, entablé con él una conversación. ¡Que socorrido es hablar del tiempo! El hombre, agradecido, empezó a disertarme sobre su propia predicción meteorológica. Se ofreció a acompañarme por la calle mientras me iba contando la anécdota que le ocurrió con un empleado de una importante empresa gestora de embalses y suministro de agua.
Me contó que aquel señor, que aparcaba allí a diario un todoterreno y controlaba el tiempo con ordenadores, le ofreció el pronóstico de lluvia para el domingo de Ramos. Sin embargo, mi improvisado acompañante no estaba de acuerdo con él. Al final acabaron apostándose 5 euros. El “gorrilla” ganó la apuesta (que por otro lado y si hubiera perdido, difícilmente hubiera podido pagar).
Con sus ojos iluminados y a pesar de su torpe andar, contaba ilusionado su gesta. Aquella anécdota sin importancia me hizo reflexionar sobre la gestión de la información. ¿Cómo había podido predecir el tiempo mejor que un experto? Llegué a la conclusión que lo que para uno era mera información de trabajo, para el otro era su modus vivendi: la diferencia entre dormir en un sitio o en otro, entre estar seco o mojado o entre comer o ayunar.
1º La necesidad agudiza el ingenio.
2º Desconfía de muchos “expertos”.
3º La información de calle es muy muy muy valiosa (aviso a los marketianos que no salen de sus despachos).
4º No descartes ninguna información por las apariencias externas que la envuelven.
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“El experimento”
“El vendedor de trastos viejos”
En mi opinión, posts como este son la esencia del blog:
ResponderEliminar- Foto casera (más auténtica)
- Anécdota en primera persona (más cercana)
- Situaciones y gente cotidiana (más humano)
- Acaba re-encuadrando la experiencia desde el enfoque de las ventas (original).
Por todo ello te animo a seguir esta línea para conseguir un blog todavía más auténtico, cercano, humano y original.
Felicidades!
Gracias Álvaro. Me consta que no regalas felicitaciones y como buen amigo eres crítico cuando lo tienes que ser, pues el halago fácil debilita. Muchas gracias por tu comentario y un fuerte abrazo.
EliminarNos seguimos en 1.0, 2.0 y cuando se invente el 3.0... allí intentaremos estar.
Muy buen artículo. Me encanta como eres capaz de sacarle una enseñanza a cualquier situación del día a día. Tu blog me ayuda bastante. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEnhorabuena Adrián, excelente reflexión, como se lee de costumbre en estos lares.
ResponderEliminarSin duda, ese "7º" sentido que desarrolla "La calle" ¡Tiene un valor incalculable!
Ahora, coje a una persona de este perfil (No se lleve el simil literalmente) ponle una carpeta bajo el brazo, y algunas herramientas, dale un sueldo y la expectativa de comisiones adheridas a su esfuerzo extra... ¿Imaginas el resultado?...
Hace unos años, en un curso me hablaban de la piramide de Maslow... y de como las personas modificamos nuestro comportamiento según vamos adquiriendo comodidades y cubriendo necesidades... Es curioso, reflexionar sobre cambiar los roles, ¿Verdad?.. Yo veo a ese hombre (Repito, no literalmente) llevando una zona con ambición.. Incluso liderando personas con ese bagaje que da "La calle"... Ahora bién... Demosle una carpetita a algún presidente ejecutivo, o similar y comparemos resultados...
Un Abrazo, Adrián!
Xavi.
Muchas gracias Xavier. Tus aportaciones son siempre valiosas. Estoy de acuerdo contigo, que hay mucho talento desperdiciado y nadie es mejor que nadie. Tan solo algunos hemos tenido mejores oportunidades.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hola Adrián, hace tiempo que no pasaba por aquí, entre unas cosas y otras.
ResponderEliminarPero veo que sigues tan ágil de ideas como siempre. Ya lo hemos comentado en alguna ocasión: más calle y menos despacho. La experiencia en el mundo real es un bien cada día más escaso entre los ejecutivos. Peor aún entre los que se le olvidan que una vez estuvieron alli "abajo".
Un saludo.
Que alegría volver a verte pasar por aquí... y saber que vuelves a activo en redes y blog. Más alegría compartir un kfe. Un abrazo.
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