Mucho se ha hablado de los vampiros de energía. ¿Los conocéis? Son personas especializadas en absorberte la energía positiva. Están diseñados para tal fin y acercarse a ellos es sumamente peligroso.
Operan en todas las esferas de la vida y como siempre digo, el mundo de las ventas no es ninguna excepción y también campan por sus anchas en el sector.
El que más nos perjudica es el PENAS. Una de sus características es que suelen hablar mucho para contar poco. Alargan sus historias hasta límites insospechados para acabar siempre planteando problemas. Siempre son las víctimas de sus narraciones, ya que existe un “complot” mundial organizado en su contra.
Si es vendedor siempre lo escucharan decir que llevan la peor zona, la cartera menos potencial, unos objetivos prefijados para nunca alcanzarlos, unos compañeros que le tienen manía, un jefe centrado en hacerle la vida imposible …
Si es comprador solo se quejará de la situación, del trato que recibe de proveedores, de la competencia, de su clientela, del mercado …
Ambos casos se rigen por el mismo patrón, ya que nunca quieren soluciones, pues estas lo alejarían de su posición preferida: “el victimismo”. Rechazarán cualquier alternativa que no los deje en su posición natural: el callejón sin salida. Por contra utilizarán siempre sofisticados sistemas de excusas y justificaciones.
Para esta peligrosa tipología, el drama es fundamental. Siempre que salga algún tema ellos interrumpirán para trasladar otra situación en la que salieron peor parados. “Eso no es nada… si tú supieras lo que me pasó a mi cuando…”
Prestarles excesiva atención es ejercicio de alto riesgo, pues podrían absorber gran cantidad de energía necesaria en un oficio tan precisado de motivación, optimismo y vitalidad.La única defensa natural que existe contra estos vampiros es el escudo protector. Levantar una sólida muralla para protegerse del ataque y limitar el tiempo de exposición a ellos.
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Para esta peligrosa tipología, el drama es fundamental. Siempre que salga algún tema ellos interrumpirán para trasladar otra situación en la que salieron peor parados. “Eso no es nada… si tú supieras lo que me pasó a mi cuando…”
Prestarles excesiva atención es ejercicio de alto riesgo, pues podrían absorber gran cantidad de energía necesaria en un oficio tan precisado de motivación, optimismo y vitalidad.La única defensa natural que existe contra estos vampiros es el escudo protector. Levantar una sólida muralla para protegerse del ataque y limitar el tiempo de exposición a ellos.
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