Tenía que hacer unas rápidas compras de alimentación y me detuve en un gran supermercado perteneciente a una importante cadena.
"Calidad y precio están muy cerca" rezaba el eslogan publicitario con el cual me daban la bienvenida. Tras el primer impacto y a punto de entrar, observé una cola de unas veinte personas esperando en la única línea de caja que estaba abierta.
Retrocedí y salí del establecimiento mientras meditaba en su publicidad: calidad y precio podrían estar cerca, pero indudablemente, el servicio estaba alejado. Los céntimos de ahorro había que pagarlo en la espera.
No podemos esperar milagros del binomio calidad + precio cuando el servicio es el gran sacrificado.
Ojo porque con una merma descontrolada del servicio, retrocedemos y perdemos competitividad.
La pérdida del servicio es un camino de difícil retorno:
- ¿recordáis aquellas gasolineras donde el tanque era llenado por un profesional y aprovechaba para limpiar las lunas delanteras y eliminar los restos de mosquitos veraniegos?
- ¿porqué escasean los clásicos repartidores de butano que subían la bombona al piso?
- ¿o como se ha extendido en varios años el pesaje por nosotros mismos de la fruta?
- ¿y las cajas rápidas de autocobro con videovigilancia?
- ¿y las cajas rápidas de autocobro con videovigilancia?
Sin embargo, ninguno de los ahorros de éstos costes ha sido repercutido en precio al consumidor final, cosa que si ocurre en otros sectores, como el del mueble de automontaje.
Reducir el servicio o recurrir al autoservicio es posible y a veces necesario, pero siempre a cambio de una contraprestación que lo compense.
Reducir el servicio o recurrir al autoservicio es posible y a veces necesario, pero siempre a cambio de una contraprestación que lo compense.
Lo que describes es una gran realidad. Muchas empresas están intentando aprovechar la crisis para rebajar el servicio a costa de nada. La presión se debe realizar a nivel de consumidores y usuarios, donde hay países que están muy por encima de otros.
ResponderEliminarFantástico. Reflejas la cruda realidad y la pena es que en esa carrera estamos y parece imparable. Los "recortes" de los servicios que nos prestan a igual o superior precio (y no te creas mucho eso de la calidad) son la forma silenciosa de aumentar los beneficios con disminuciones drásticas de costes.
ResponderEliminarUn ejemplo contrario es la proliferación de pequeños comercios que parecían en decadencia como las fruterías de barrio, las panederías, las pescaderías... que basan su existencia precisamente en ofrecer productos de calidad a un precio razonable y con un servicio casi personalizado.
Si sólo sabe el precio, no sabe cuanto le va a costar.
ResponderEliminarGracias por las aportaciones. Fino Marco al reflejar la realidad de que nuestras asociaciones de consumidores no son poderosas.
ResponderEliminarBuen aporte , Joaquín Gutierrez al reflejar la proliferación del comercio tradicional en una nueva versión.
Y muy técnico Joaquín Tavio al reflejar que con solo el precio, faltan variables para saber el coste final.
Gracias y perdón por el retraso en la respuesta.