Cierro la trilogía de jefaturas comerciales tóxicas con el iluminado. Un iluminado es una persona que cree disponer de un poderes sobrenaturales que lo encumbran por encima del resto. Políticos, militares, gobernantes, ideólogos y personas de distintos estatus se han creído protegidos por éstos poderes sobrenaturales.
El mundo de la venta no es ninguna excepción y por tanto no está exento de "iluminados".
Su principal característica y defecto es creerse en posesión de la verdad absoluta. Acérrimos defensores del cuadro de mandos piramidal, son incapaces de reconocer que una persona con un puesto de inferior categoría pueda aportar algo. Dañan a las organizaciones al privarlas de la retroalimentación y anular la capacidad creativa de todos sus miembros.
La única posibilidad que tiene el "vendedor de trincheras" de mejorar los sistemas de ventas ante estas direcciones es intentar sembrar pistas acerca de la idea para que el jefe iluminado la acabe aceptando como propia.
Entre sus características se encuentra la ausencia de autocrítica, la falta de capacidad para asumir responsabilidades (ojo que suelen caer hacia abajo) y la imposibilidad para mantener flujos de información.
Imagínate si además de jefe de ventas es socio de la empresa. Y añádele esa actitud de "mira y aprende ...", que da miedo cuando la caga y sólo estás tú para recibir los palos. ;)
ResponderEliminarPues la verdad es que de ahí tiene que salir una sociedad "explosiva". Muchas gracias siempre por tu participación. Saludos y mi recomendación de lectura para coventaria.es
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