Tengo bastantes conocidos trabajando en banca. El otro día, en una conversación sobre los trabajos me hablaban de las nuevas situaciones que se están viviendo en el sector. Hablaban de objetivos de ventas y de llamadas a clientes que tenían que hacer desde el director hasta el último cajero. Tenían objetivos por imposiciones, por venta a plazos de cuberterías, tablet, vajillas, bicicletas...
Curiosamente los profesionales de la venta estamos inmersos en un proceso de tecnificación. Cada vez se hace más necesario el estudio y el análisis para focalizar las acciones, detectar nuevas oportunidades (que en tiempos de crisis valen su peso en oro) y futuras necesidades.
Este planteamiento me llevó a pensar que el mundo estaba al revés: los directores de banco vendiendo y los vendedores analizando.
Situaciones como la descrita pone de relieve que las habilidades propias de la disciplina de ventas son necesarias en todos los sectores y quien se niega a aceptarlas camina contracorriente.
Os acordáis del: "Yo no sirvo para vender" "Yo no tengo cara para vender" "La venta no esta hecha para mí"
En tiempos de crisis todos vendemos.
¿Hablamos?