El fantasma de la C-15

Circulaba el pasado mes por una carretera comarcal cuando de repente volvió a aparecer ante mí. 
La Citroen C-15 blanca se acababa de incorporar de un carril terrizo y avanzaba delante de mi coche a una velocidad reducida. 
Me pego, sin acosar. 
Observo, sin ser descarado. 
Y otra vez lo vuelvo a contemplar. 
De espaldas se aprecia claramente como circula abrazado al volante. Luce una gorra campera a cuadros.
Hay que adelantar, pero la linea continua hace honor a su nombre. A tan baja visibilidad se aprecian detalles antes imperceptibles. El arcén está salpicado de terrones de tierra despedidos por los neumáticos de los tractores. La cuneta luce el botín del viento: algodón, tomates, plásticos, algunas frutas podridas... Algún esqueleto canino pone un acento sórdido al paisaje. 
Y la C-15 marcha, camina, deambula como alma en pena. 
Hasta que por fin llega la recta. Hay buena visibilidad. El rítmico sonido del intermitente es antesala a una reducción de marcha. Ya circulo en paralelo. Miro de reojo (para no violentar) y el tripulante de la furgoneta ni siquiera se ha percatado de la maniobra. Continua abrazado al volante. Con los ojos apretados, mantiene la vista al frente... al infinito.
Ya ha desaparecido por el espejo retrovisor trasero. Pero me consta que algún día... en breve... volveré a cruzarme con ella. Y la fantasmagórica representación me volverá a invitar a fijarme en los detalles, a la observación máxima, a desacelerar el tiempo, a relativizar todo, al equilibrio.
Tranquilo y siempre precaución. Gracias, fantasma de la C-15.  

2 comentarios:

  1. Me parece que está muy bien narrado. Evidentemente no es el estilo de tu blog, pero personalmente a mi me gusta. Aunque hubiera continuado la historia un poco más y le hubiera inventado una historia y una personalidad al conductor. Te animo a que sigas escribiendo...

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  2. Muchas gracias Soraya por tu opinión literaria. Efectivamente no es el estilo del blog y ha sido penalizado por mis lectores, siendo una de las entradas con menor número de entradas. Es el riesgo que tiene salirse de la temática. Valoro mucho tu opinión, viniendo de un blog de relatos de calidad, el cual recomiendo a todos. Gracias.

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