El póker no es un juego de suerte. Seguir unas determinadas reglas y estrategias, así como mantener una constante disciplina de juego, desarrollando determinadas habilidades, facilitará enormemente el logro de los objetivos.
1º Ten presente que unas buenas cartas no te garantizan la victoria.
Tampoco un buen producto o servicio será sinónimo de venta segura. La situación de ventaja hay que explotarla adecuadamente con un planteamiento comercial beneficioso para ambos, un seguimiento adecuado y una buena fidelización.
2º Mantén un alto grado de disciplina durante las partidas.
En el mundo comercial la disciplina y autodisciplina configuran pilar básico. El trabajo suele ser solitario y no existen controles como en una fábrica u oficina. Las relaciones se basan en la confianza y la capacidad de trabajar sin necesidad de supervisión alimenta dicho valor.
3º Gestiona adecuadamente el dinero.
En ventas hay que ser un buen gestor del tiempo y de los recursos. Tenemos que tener la suficiente visión estratégica como para invertir en operaciones de futuro, pero sin malgastar recursos inútilmente. Las herramientas de las que disponemos deben estar bien preparadas y prestas a ser utilizadas... pero son finitas.
4º Dispón de un proyecto principal y realista de juego y vislumbra un segundo plan alternativo.
Al igual que el póker utiliza las escaleras y el color como "segundos proyectos", un buen vendedor debe tener siempre un plan B en la recámara: ante una anulación de cita, de una acción comercial, la pérdida de un cliente, una venta que cae a final de mes...
5º Es preferible ir ganando en muchas partidas de pequeñas apuestas que arriesgar mucho en una fuerte.
Una cartera comercial con muchos clientes medianos es más sana que la de una de pocos y poderosos que controlen gran porcentaje de las ventas (campana de Gauss). En el segundo caso el riesgo no está diversificado.
6º Observa el juego de los adversarios y analiza sus estrategias. Sé cauteloso con tu juego y realiza variaciones.
El entorno debe ser conocido: mercado, competidores, sus estrategias, motivaciones... Nuestras estrategias, por contra, deben quedar a buen recaudo. Es imprescindible el reciclaje continuo y adaptación a las nuevas variables.
7º Un buen jugador de póker debe ser buen perdedor y modesto ganador.
Hay que saber cuando no se puede vender... y cuando hay que retirarse dejando puertas abiertas (otra vez, será). Por contra, también hay que aguantar la euforia de una buena operación cerrada. Hay que pensar en los conceptos de la venta relacional.
8º Si no entra juego... no te precipites.
Lo peor que puede hacer un vendedor es permitir que su nivel de confianza descienda. Muchos acusan a la presión como el motivo por el cual comenzaron a "complicarse la vida". Ante un día malo... paciencia, que ya saldrá el sol. Y además rige la regla 2: "disciplina".
9º Para alcanzar la victoria, prepárate. Entra en mesas adecuadas para tu formación. Confía en tus posibilidades, no te desanimes ni impacientes y ¡disfruta jugando!
Un vendedor también precisa formación. Debe realizar el desempeño con agrado, disponer de una alto grado de resilencia, autoconfianza y constancia. Y la venta es para gozarla.