En 1795 llegó a Norteamérica un señor que había comprado una granja. Cuando llegó resultó que sus escrituras eran falsas, lo habían estafado. Se asoció con otro señor y se dedicaron a fabricar velas y jabones. Este señor se llamaba Robert Colgate y su empresa Colgate & Company.
De situaciones extremas surge el ingenio y la capacidad humana se expande.
Muchas empresas han salido fortalecidas de las grandes crisis económicas.
El principal enemigo interior somos nosotros mismos. La mente humana tiende a ser negativa. Nos dinamita con posibilidades contrarias al éxito.
Recuerdo que siempre que he recibido una presentación comercial y se han llevado a cabo los teatros de ventas, nosotros mismos, los vendedores hemos sido más críticos que los propios clientes. Hemos lanzado objeciones que luego no han salido a relucir en la visita comercial.
Tenemos que abordar entonces la gran cuestión que diferencia a vendedores mediocres de los grandes vendedores: el optimismo. Los pensamientos positivos atraen acciones positivas y viceversa. A todos nos viene alguna vez un pensamiento negativo y desde el primer momento hay que vencerlo.